La convivencia entre hurones y gatos
El 99% de las veces, hurones y gatos conviven bien. Los hurones suelen encontrar los gatos fascinantes, aveces parece que los "idolatran". Los gatos, por su parte, suelen ser algo más "pasotas". Si no se les molesta, todo va bien.
En algunos casos esporádicos puede pasar que un hurón no se adapte a los gatos. Por ejemplo, un hurón que se perdió afuera y se vio amenazado por gatos callejeros puede tener miedo de cualquier otro gato. Por otro lado, un hurón que se encuentra con gatos tímidos puede aprender que morderlos y perseguirlos es muy divertido (no siempre respetando la voluntad del gato). Aún así, esto casos son inusuales.
Desde el punto de vista de un gato, estas "extrañas criaturas" son confusas. Los hurones son pequeños, como las presas, pero no actúan ni huelen a presas. Los hurones saltan de un lado a otro y rebosan dosis de hiperactividad. Se acercan sigilosamente e investigan entre la suave piel del gato. Entonces, los gatos que sea lo que sea que pasa, se debe evitar.
Los gatitos que crecen con hurones, sin embargo, aprenden a jugar con ellos y se acostumbran a los pellizcos ocasionales. Algunos incluso duermen juntos. No siempre se deben conocer de jóvenes, muchos gatos mayores toleran a estos intrusos peludos, incluso puede que nunca se hagan amigos pero convivan juntos.
Consejos:
Siempre observa cuidadosamente a los gatos y hurones recién introducidos. Permite que se encuentren donde cada uno tenga una "escapatoria" fácil. Dale al hurón un escondite, como por ejemplo un tubo. Asegúrate también de que el gato tenga un lugar para saltar donde los hurones no puedan alcanzarlo. Mantente cerca y vea cómo progresan las cosas, sobretodo al principio. Sin arriesgar poner tus propias manos en medio de una pelea, debes intervenir con la mínima sospecha de que uno de los dos parece estar en peligro. Tras algún tiempo verás si están bien juntos.
Se necesita precaución adicional cuando los gatos tienen mucho instinto de caza. Tales gatos pueden emocionarse demasiado por un pequeño animal que pasa corriendo. En algunos momentos solo los perseguirán para jugar, pero a veces pueden actuar como si quisieran morderlos. La fina línea que separa ambas actitudes es muy fina así que vale más prevenir. Si esto se prolonga en el tiempo no los podrás dejar sin supervisión.
Siempre puedes hacer pruebas entre hurones y gatos. Si eres dueño de un hurón, pídele a un amigo que traiga su gato de visita. El primer contacto es el que contiene mayor riesgo así que, estate alerta! Puedes hacer el mismo experimento cuando tienes un gato. En este caso, quizás te cuesta más encontrar a algún amigo que tenga un hurón, no son una mascota tan popular como los felinos. Un bueno amigo tubo la idea de buscar entre las redes sociales, incluso hay algunas para animales! Él tubo éxito con la quedada.
El un primer contacto debemos prestar atención al gato ya que son ellos los que podrían causar un daño real al hurón. Esperemos que tus gatos no piensen que los hurones son comestibles, y puedes expandir tu hogar de mascotas de forma segura. ¡Buena suerte!